Por: GERARDO ARENAZA
La lluvia caía de una manera brutal en la ciudad más hermosa y sensual en esta parte del mar Pacifico; y de esta manera limpiaba el charco de sangre que yacía en la acera ante la indiferencia de los pocos transeuntes.
La sangre fuerte y terca como si tuviera vida, seguía cual un solo puño su curso como si tratara de escapar de la abrumadora meada de San Pedro o queriendo llamar la atención de que el culpable permanecía en la escena del crimen.
La tremendas gotas jugaban a favor de esa sospechosa forma de morir.
La fuerte lluvia hizo que alguien,casi una sombra borrosa, abandonara el lugar de una manera cautelosa y a la vez serena.
Sábado 9 de Setiembre,son las 3:17 de la madrugada y el cielo encapotado se tornaba gris acurrucado a una Luna que permanecía cual un enorme ojo acusador en el cielo infinito como único testigo.
Las horas pasaban y era fácil darse cuenta ya, que el cielo parecía una gran luz ahorradora que trataba de iluminar la desolada soledad de ese momento donde el cadáver de un joven terminaba de soñar con los ojos fijos al cielo...
8 a.m de la mañana del mismo día y ya se acercaban algunos parroquianos a mirar como si fuera una obra de arte tirada en la pista, al muerto de los ojos abiertos al cielo gris de la ciudad.
Las personas comenzaron a rodearlo,la policia como siempre recien llegaba y trataba de alejar a tanto curioso anónimo.
9:33 de la mañana nuestra lenta y deficiente escuadra de policias, esperaban al Fiscal Porvincial en lo penal de turno para hacer el levantamiento del asesinado.
La policia trataba sin conseguirlo,como siempre, retirar a la gente amontonada en torno al fallecido: vagos,mendigos, hasta las clásicas señoras de sociedad se decían entre ellas:
.-¡Qué barbaridad! Un crimen en nuestro lujoso barrio residencial y principalmente en nuestra preciosa 13 de la avenida principal...
¡Bah! Eso no le importaba mucho a la policia en esos momentos,aunque pensaban en el General que vivía por allí, los embajadores de varios países desarrollados.
La policia al final lo único que le importaba era que había un joven muerto en la famosa avenida principal y necesitaban un culpable o al menos un testigo presencial de los hechos.
10:27 de la mañana, gran asombro se dieron los delicados,sensibles y famosos propietarios de las más lujosas residencias de la vieja ciudad; y claro,dueños de la 13 de la avenida principal más famosa de la ciudad.
La audaz policia trataba de buscar pistas.Luego de casi tres horas la policia solamente tenía a un joven mirando,posiblemente a su asesino en el instante que lo mató.
11:30 a.m llegan los paramédicos, quienes presurosos, levantan el cadáver y se percatan de un papel caído del bolsillo del fallacido,de inmediato se lo dieron a la policia,por supuesto,ésta atónita se decía:
.-¡Carajo! A este lo hemos rebuscado por los cuatro costados y nada; y ahora se le cae ésto...pero de dónde maldita sea salió este papel de mierda.
El papel solamente decía:
.-Soy el que se creo su destino.
.-La ambulancia partió a la morgue de la ciudad y los policias volvieron a su comisaria y poco a poco todo cayó en el olvido.