Lima, 24 de Diciembre del 84.
Querido Gerardo:
Tienes razón cuando dices que es difícil empezar y ahora me parece que lo es más a mí.
Doy respuesta a tu carta del día 13 de Diciembre justamente, hoy que cumplimos nuestro primer mes. Hace sólo unas horas que te fuiste y ya te extraño tanto, también por ello, como una forma de acercarme a tí te estoy hablando in mente,
Me pides a mí mi opinión no creas que sea tan certera, pero depende que quieras que diga; soy igual de humana que cualquier persona y por tanto, falible y te lo demuestro al comentar el pensamiento: creo que todo es una preparación, una superación constante en que la muerte es sólo como el dormir una noche y despertarse al amanecer listos para comenzar un nuevo día.
La muerte de papauco fernando me hizo pensar también ¿Para qué tantas fatigas y afanes?
pero al ver el recuento de su vida y su respuesta a cada cambio del destino me hicieron sentir que todo es bueno y vale la pena seguir. Sé que no conozco esta vida, no la vida asida y paupérrima; tal vez por ello no puedo opinar sobre vidas paupérrimas, inmisericordes, pero creo que cada ser le corresponde una prueba, para su propia superación; pero también creo que todos tenemos derechos y aún más el deber de buscar la felicidad, quien crea debe luchar por ella y ser consciente con sus ideales hasta el final.
Por otro lado me gusta tu hábito de leer pensamientos profundos, con sentidos, te enriquecen creo ver en ello una íntima necesidad de algo eterno, duradero que te agíta un trascender.
Dentro de unas horas será Navidad ,1984, y siento que debo agradecer a Dios por habernos conocido, por tu cariño, tu amor; el mío es tuyo y ésto te lo puedo decir sin temores ni inseguridades porque lo siento así.
TUYA: AURORA.
