jueves, 27 de noviembre de 2008

LA LLEGADA DE JUAN PABLO A SU DESTINO








Por: Chiquyiklklo



Al morir las seis de la tarde de aquel verano en ciernes,el ómnibus que llevaba a los empleados de Pesca Perú,llegaba a su destino.
Los que van a Villa Paracas acá se quedan,-dijo- el chofer.
Algunos bajaron raudamente: entre ellos,también Juan Pablo.

Estaba él parado en la puerta principal de la planta de Pesca Perú.
Preguntó a unos de los guachimanes que cuidaban la entrada si conocían al señor Juan Cavero.
Uno de los empleados le dijo que si.
Fíjese llega al final de esa pared,dobla a la derecha y vuelve a doblar a la derecha; y finalmente, a la izquierda.
Joven,-dijo- el que le había dado informe a Juan Pablo,parece que esa camioneta azul va a Villa Paracas.
Pregúntele y si va que lo lleven.
Gracias -dijo- Jun Pablo.
Cuando llegó Juan Pablo, notó que el cielo estaba limpio con una infinidad de estrellas que jamás había visto.Unas hermosas casas de maderas hechas en óvalo y cerca a la playa; a tres pasos la orilla del mar de Pisco: sonreía.
Hola -dijo- uno.
Eres nuevo.
Ingresa a esa puerta, allí está el supervisor con los demás empleados.
Ingresó,saludó,se sentó y se presentó al supervisor.
Le servieron sopa de pescado.
Estaba hecha con agua de mar.
Le sirvieron Quaker con leche y cocoa,también estaba hecho con agua de mar.
No tuvo más remedio que comer algo saladísimo.
Mañana a trabajar -dijo- el Supervisor.
Juan Pablo asintió con la cabeza.
Escoge una cama y descansa.
Juan Pablo obedeció, pues estaba muy cansado del fatigoso viaje...

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