CARTA Nro.UNO
Gerardo, mi amor, mi esposo:
en momentos como este es cuando más te quiero:
.-qué forma de empezar...
.-¿¡NO!?
pero te extraño y ya quisera que fuera la tarde y tú estuvieras por llegar.Porque ahora eres el aire fresco de la mañana,eres el sol que me abriga por la "mañana", y ahora que estás en la playa: eres también la brisa que trae arena y sal; no hay un motivo determinado para escribirte: sólo quiero hacerlo porque me haces falta,ahora pienso en lo fácil que puedo decírtelo; tú me enseñaste, por más que digas que no hay maestro entre los dos.
Anoche pudimos leer un poco cada uno, aunque me encanta comentar lo que leo y eso perturba al hacerlo ¿No? Pero disculpa, luego hablaremos de mis cartas autodestructivas y de tu "thanatos emergente", pero prefiero pensar en la vida aunque cuando uno es feliz no puede alejar de sí el miedo a que todo acabe, en la muerte; pero si Dios permitió que tuviéramos más allá que nos señalaron, que nos marcaron a ambos, es porque tuvimos más función que cumplir; y aún no creo que lo hayamos hecho. En todo caso, es maravilloso estar vivos y juntos y sentir este amor, cada día con más desesperación como tú díces y yo siento; y como dice la canción que nos enseñó hace 1952 años en un lugar distante del oriente:
.-"Hágase tu voluntad... más líbranos de todo mal".
.-Te ama:
SHOPIE.
P.D: Dísculpa el papel, pero necesitaba escribirte; y ese era lo más a mano que tenía.
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